Solemos desestimar la adicción al móvil, ordenador y juegos online porque no genera el daño neuronal que sí produce la adicción a las drogas.
“Adicción: Dependencia del consumo de alguna sustancia o de la práctica de una actividad.” – extraído de RAE.
Sin embargo, ya ha quedado absolutamente comprobado por la ciencia que la adicción digital, es decir, la dependencia al móvil, al ordenador y a los juegos online, genera las mismas conexiones entre las neuronas que se desencadenan cuando los opiáceos comienzan a hacer efecto. Es decir, la persona queda relegada a la soledad, se autoconfina al aislamiento y se puede llegar a sumir en la depresión.
Como vemos, la adicción a la tecnología tiene muchas características, pero la inocuidad no es una de ellas.
Las nuevas tecnologías y la diferencia entre el trabajo, la diversión y la adicción.
La tecnología se ha abierto paso en nuestra sociedad hasta el punto que la caída de una red social es vivida como una verdadera tragedia humanitaria. Es totalmente cierto que la mayoría de las empresas dependen de dichas redes, así que el uso constante del móvil y del ordenador no es una opción, sino parte de las obligaciones laborales y de la estrategia para mantenerse competitivos a las que los empresarios y autónomos se encuentran sujetos.
¿Dónde está el límite entre el uso constante y la adicción a la tecnología?
En el caso de los videojuegos, la diferencia es bastante clara, puesto que, a menos que nuestro trabajo sea en la industria de los juegos online, la permanencia tras la pantalla más allá de los límites razonables es un claro problema de adicción. Si a esto le sumamos los siguientes comportamientos y situaciones, el panorama de adicción queda sumamente claro:
- Evasión de la realidad.
- Aislamiento.
- Los juegos se convierten en el único tema de conversación (si es que hay algún tipo de conversación).
- Comportamiento agresivo.
- Mentiras constantes.
- Bajas notas en el colegio a consecuencia de dedicar la mayoría del tiempo a jugar.
Sin embargo, cuando hablamos del móvil y del ordenador, debemos tomar en cuenta los siguientes parámetros:
- Privación del sueño para estar conectado.
- Apatía hacia actividades familiares y sociales por jugar o por conectarse.
- Tornarse irascible si la conexión se enlentece o si se interrumpe.
- Perder la noción del tiempo cuando se está jugando o conectado.
- Euforia exagerada al jugar o al interactuar con el móvil.
¿Quién es más vulnerable a la adicción tecnológica?
Las personas más pasibles a sufrir de adicción a las nuevas tecnologías son los adolescentes y quienes transitan la primera juventud. El tipo de adicción se divide de acuerdo a los sexos de la siguiente forma:
Adicción a la tecnología de mujeres: adicción a las redes sociales y al móvil.
Adicción a la tecnología de hombres: adicciones a los juegos online y al móvil.
Ambos comparten la adicción al ordenador por igual y la edad en la que más encarnizada se hace esta adicción es entre los once y los veinticinco años.
¿Cuáles son las diferentes adicciones a las nuevas tecnologías?
De acuerdo a la naturaleza de la adicción, esta recibe los siguientes nombres:
Adicción a los videojuegos:
Sin ningún nombre en particular, se trata de la dependencia a los juegos en línea. Quien la padece, no tiene control de cuánto tiempo ha permanecido jugando y, en muchas ocasiones, se olvida de alimentarse, de asearse y de cumplir con sus obligaciones, debido a su conexión casi simbiótica con la realidad del videojuego.
Cibercondría:
Esta adicción es bastante peligrosa y no se limita a las edades que normalmente caracterizan a la adicción a la tecnología, sino que se presenta también en adultos. Se trata de la obsesión por encontrar información de índole médica en Internet. Cuando hablamos de adicción, nos referimos a algo que va mucho más allá del interés por artículos científicos, sino que nos enfrentamos a una persona que consulta la web a consecuencia de padecer un resfriado y no se detiene hasta encontrar causas devastadoras que podrían estarle ocasionando un problema grave de salud. Existe una tendencia a magnificar las dolencias insignificantes y a encontrar información científica que la respalde.
Nomofobia:
Es el pánico a quedarse sin el móvil, ya sea a consecuencia de olvidarlo en algún lugar o porque se nos agote la batería o a consecuencia de una interrupción en la conexión.
Adicción a las redes sociales:
En este caso, se experimenta un temor irracional de quedarnos por fuera de las redes. Por lo tanto, se recurre a documentar nuestra vida, prácticamente a cada momento, en los muros de las redes sociales.
¿Qué soluciones hay a la adicción a la tecnología?
La mejor alternativa a la prohibición y a la restricción de los dispositivos móviles, lo mejor que los padres pueden hacer es instruir a sus hijos acerca de un uso productivo de las tecnologías emergentes. Si en vez de utilizar el móvil para jugar veinte horas al día, el joven logra dividir ese tiempo entre el juego, las películas y las series, la búsqueda de información relevante y la búsqueda de información para hacer sus tareas escolares, el mismo joven experimentará un aumento en su bienestar personal.
Soluciones a la adicción a la tecnología: móviles, juegos online, video juegos, redes sociales, películas online, youtube,…
Cuando la conversación y la instrucción no rinden sus frutos, siempre existe la posibilidad de recurrir a un tratamiento psicológico para eliminar la adicción.
Aunque se trate de una dependencia a un dispositivo, el daño es igualmente devastador y, si la familia no puede conseguir que el adolescente se desligue de tal dependencia, es necesaria la intervención de un profesional.
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