Dos amigos me hablaron de los resultados de un tratamiento de salud y al otro día pedí una consulta online. Actualmente esto es habitual pero cuando empecé a ir terapia las cosas eran muy diferentes.
Nadie me recomendó hacer terapia porque no hacía falta. Yo vivía en Buenos Aires en los años 90 y entre amigos o conocidos era habitual hablar de terapia: “Mi terapeuta dice que…”, “Lo hablaré con mi terapeuta…” o “Menos mal que mañana voy a terapia…” eran frases a las que estábamos acostumbrados y todo el mundo sabía que la terapia era de gran ayuda.
En Buenos Aires podías hacer terapia en centros privados, en espacios públicos o sociales y casi nadie se quedaba sin acceso a estos servicios, considerados de gran importancia. La terapia online no existía, aunque personalmente tuve la experiencia de hacer terapia por teléfono cuando no pude acudir a la consulta de mi terapeuta.
Llegué a Barcelona en 1998 con mi título de psicóloga y me encontré con una gran diferencia respecto a la terapia, observaba cierto tabú o desconocimiento que alejaba o ponía en guardia a las personas. Como confiaba en mi profesión aposté por seguir adelante, me formé como psicoterapeuta y unos años después empecé a trabajar en el barrio de Gracia donde estamos actualmente.
Para promocionarme hice algo que en ese momento era extraño para un psicólogo: anunciarme en Internet. Me parecía casi un sacrilegio pero pensé que era lo que tocaba “innovar” y me fue muy bien. A día de hoy ya es casi obsoleto anunciarse en Internet y nos hemos pasado a las Redes Sociales.
Lo más importante es que hablar de psicología y de salud mental ya no es un tabú. Gracias a la ayuda de muchas personas que dicen abiertamente que acuden o acudieron a terapia, gracias también a los medios de comunicación que mencionan la importancia de cuidar la “salud mental” y por supuesto gracias a todos los profesionales que nos implicamos en nuestra formación y la divulgación de nuestro trabajo, para que las personas sepan que no hace falta “estar mal” para acudir a terapia.
En el 2006 abrí el Centro Psi, de psicología y terapia Gestalt, donde día a día trabajo junto a excelentes profesionales. En la pandemia nos tocó hacer un nuevo cambio y nos tuvimos que adaptar a la terapia online. Diseñamos una plataforma online para trabajar de forma cómoda, donde cada uno de los profesionales tenemos nuestra propia sala virtual y las personas que tienen cita solo tienen que hacer clik y “le abrimos la puerta virtual”, sin necesidad de enviar links.
La terapia online nos acercó a más personas porque da buenos resultados, es cómoda y evita desplazamientos que en algunos casos ocupaban gran parte del día. Además permite que las personas elijan con quien quieren hacer terapia, más allá de donde viven.
Es importante poder elegir terapeuta, decidir con quién queremos atendernos, quién será la persona que nos va a escuchar, acompañar y en quien tendremos que confiar nuestros asuntos más íntimos. No es lo mismo que elegir un gimnasio y decidirnos por el que queda más cerca.
Hoy en día desde Psi atendemos a personas de todas partes y en varios idiomas, nuevamente se trata de “innovar” y sabiendo que tenemos algo que aportar y que la terapia online es útil y en muchos casos es la mejor opción.
Para elegir terapeuta es bueno tener información por eso te invito a leer nuestras reseñas de Google (4,9 estrellas), visitar nuestro perfil en Instagram o puedes solicitar una primera visita gratuita para conocernos.
Los profesionales de Psi somos psicólogos y terapeutas gestalt, además de personas con un gran corazón y buen criterio. Soy Laura Fernández Directora de Psi y es un gusto presentarte a este equipo, puedes saber sobre cada un@ aquí.